Rdo. Enrique Inurrigarro
El 23 de mayo de 1924 la Primera Iglesia Bautista recibió como su pastor al Rdo. Enrique Inurrigarro, un español- vasco que se había convertido en España y estudiado en Francia. En 1904 estaba en Ponce, PR., dirigiendo una pequeña congregación que había fundado. No se llamaba Bautista, pero sus principios y doctrinas eran semejantes a las nuestras. Antes de salir para Cuba en 1905 aconsejó a los miembros de su grupo que se unieran a la Primera Iglesia Bautista de Ponce. Diez personas pertenecientes al grupo disuelto fueron recibidas como miembros de la Iglesia Bautista.
Regresó a la Isla en 1916 y fue pastor de la iglesia de Ponce hasta 1920, aceptando luego la invitación de San Juan desde donde vino a Nueva York en 1924. El Rdo. Erasmo M. Bernier vino a ser su sucesor en San Juan cuando regresó allá desde Brooklyn.
El Rdo. Inurrigarro no se quedó mucho tiempo en la Primera Iglesia Bautista. Al final de aquel año (1924) decidió regresar a Cuba, que parece haber sido su primer amor. Años después volvió a Nueva York y fundó, con otros, la Iglesia de la Octava Avenida, una congregación que más tarde se convirtió en la Iglesia Bautista Independiente y está ahora localizada en el este de la calle 8, en el Bajo Manhattan.
Cuando conocimos al Rdo. Inurrigarro, en su segunda estadía en Puerto Rico, se nos parecía a uno de los antiguos profetas. Barba blanca y ondulada y penetrantes ojos azules; su palabra era delicada y profunda. Era un gran erudito y maestro de Biblia, y nadie se acercó a él sin sentir el impacto de una vida dedicada, no sólo a la predicación del Evangelio, sino a vivirlo. Pero no era hombre denominacional y las estructuras eclesiásticas le disgustaban. Murió en Nueva York en 1933.