Rdo. Benjamín Urquidi.
Como sucesor del Rdo. Inurrigarro, la Sociedad Misionera recomendó a un pastor bautista Mexicano que vivía en California. El Rdo. Benjamín Urquidi vino a ser el tercer pastor de la iglesia. Era un hombre capaz, que aunque venía de antecedentes distintos se ganó el respeto y afecto de la congregación puertorriqueña. Bajo su dirección, la Primera Iglesia Bautista cerró el capítulo de su historia en Brooklyn, y siguiendo el movimiento de la población hispana encontró un nuevo hogar en la isla de Manhattan. Para este tiempo había ocurrido un notable incremento en el número de puertorriqueños que venían a Nueva York. El censo de 1920 contó 11,811 personas nacidas en Puerto Rico, viviendo en los Estados Unidos; para el 1930 ese número había aumentado a 52,774, casi cinco veces más que diez años atrás. Los puertorriqueños se establecieron en la parte baja de Manhattan y empezaron a empujar hacia el norte y hacia el este de Harlem, que habría de convertirse últimamente en la zona más poblada por hispanos, y así vino a adquirir el nombre de El Barrio, o sea, la vecindad.
La Primera Iglesia Bautista se había estado reuniendo en la Iglesia de la Sexta Avenida en Brooklyn por cuatro años. Al mismo tiempo se celebraban servicios en la Iglesia Bautista de la calle 16 y en la calle 83 en Manhattan. Ahora procedió a mudarse a la isla de Manhattan y en junio 14 de 1925 se pasaron todos los servicios a la iglesia de la calle 16 de Manhattan. El trabajo hispano vino a estar entonces bajo la supervisión de la Sociedad Bautista de la Ciudad de Nueva York, en vez de la Sociedad de Extensión de Brooklyn.
El informe de la Sociedad Bautista de Nueva York para ese año (1925) lee.
“La vieja Iglesia de la calle 16 está ahora en una de las colonias más grandes (de hispanos) en todo Nueva York y se presta muy bien a las necesidades de la iglesia española”
La iglesia estaba en el 255 Oeste de la calle 16. Brooklyn había quedado atrás. Pero algunos miembros de la Primera Iglesia no se habían mudado a Manhattan, y por un tiempo se sintieron abandonados. Lo que hicieron acerca de esto se dirá cuando hablemos de los orígenes de la Iglesia Bautista Central.
Durante los años 1925 y 26 la congregación hispana creció bajo la dirección del Rdo. Urquidi, que seguía siendo ayudado por la señorita Albertina Bischoff. Pero en 1927 ocurrieron algunos cambios importantes en la Primera Iglesia. La señorita Bischoff, que había sido misionera desde que la iglesia comenzó en Brooklyn, renunció por razones de salud. La señorita Virginia Roach fue nombrada para tomar su puesto. La señorita Roach estuvo poco tiempo y fue reemplazada por la señorita Helen Tate. El Rdo. Urquidi también renunció, forzado a ello por el mal estado de salud de su esposa, y regresó a California. (Al escribir esto hemos sabido que el Rdo. Urquidi, que tiene 96 años, vive en Oregón, con una hija.) También para este tiempo la Sociedad Bautista decidió vender el edificio de la calle 16, donde la Primera Iglesia Bautista Hispana se estaba reuniendo. Por unos meses hubo gran desaliento y confusión en la iglesia.