Roberto B. Rivera Llamado al Pastorado.
Cuando el señor Valencia renunció, la Asociación Hispana volvió a dar su ayuda a la iglesia. El secretario ejecutivo y tanto pastores como laicos de otras iglesias bautistas suplieron el púlpito mientras que los oficiales de la iglesia mantenían un programa completo de actividades. La búsqueda del candidato idóneo para el pastorado empezó ahora.
No tuvieron que ir muy lejos. Uno de los predicadores que ocupó el púlpito muchas veces fue Roberto B. Rivera, capellán de las Instituciones Correccionales del Estado. El señor Rivera había sido pastor de la Iglesia Bautista Misionera del Bronx, pero había renunciado hacía algún tiempo para trabajar como capellán en las cárceles, trabajo que le había interesado desde los comienzos de su ministerio. (Una nota biográfica del Reverendo Rivera está incluida en la historia de la Iglesia Misionera.) Ahora que la Primera Iglesia había llegado a conocerle mejor y había apreciado sus mensajes, era natural que se volvieran a él para pedirle que viniera a ser su pastor.
Por razón de su empleo con el Estado, el Rdo. Rivera no vino a ser pastor de tiempo completo en la iglesia, pero aceptó dirigirla en tiempo parcial hasta la terminación de su contrato con el Estado, Fue instalado como el séptimo pastor de la Primera Iglesia Bautista el 4 de diciembre de 1977. En 1980, habiendo cumplido sus compromisos con el Estado, asumió totalmente los deberes de pastor de esta congregación.
La Primera Iglesia Bautista permanece en el oeste de Harlem, en el “Barrio” que ha sido descrito en novelas y dramas como el centro de la vida hispana de la ciudad. Pero ha habido grandes cambios en el cuadro total, y aunque el Barrio es todavía mayormente hispano, muchas otras secciones de Nueva York tienen una población mayor de personas de habla hispana. Los puertorriqueños siguen siendo el grupo más grande, pero gentes de Santo Domingo, Cuba, Centro y Suramérica han continuado aumentando el número de hispanos en estas zonas, haciendo llegar la población a casi dos millones. Todavía hay una misión a la puerta, más amplia aún, y la necesidad del mensaje de Cristo se ha centuplicado. Podemos decir que los mejores tiempos están todavía en el futuro.
Nota:
Después de servir al Señor desde 1977, el ahora Dr. Roberto B. Rivera, renunció al pastorado de la Primera Iglesia Bautista de Habla Española de Nueva York en diciembre de 1992 para ir a ocupar la posición que el Rdo. Jorge L. Aledo había dejado como Ministro Ejecutivo Asociado de las Iglesias Bautistas Hispanas del Nueva York Metropolitano. (ABC Metro New York)